El viernes 9 de Enero de 2009 Guadalajara amaneció cubierta con un manto blanco, debido a la gran nevada que no paraba de caer desde la noche anterior.
Según comentan los moradores de Guadalajara no habían visto nevar de esa manera hace muchisimos años. Era un día muy frío, triste y gris pero a pesar de todo hacia las delicias de grandes y pequeños que salieron a las calles a disfrutar de la nieve, a hacerse fotos para el recuerdo y a lanzarce alguna que otra bola de nieve, no habían colegios y la gente no había ido a trabajar, ya que Guadalajara estaba practicamente incomunicada. Las calles estaban muy peligrosas y se tenia que andar con cuidado para evitar resbalones, pero todo esto merecía la pena y nadie quería perderse las preciosas imagenes que había dejado la nieve que perduraría unos cuantos días más sobre el pavimento.
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