Un tercio de las muestras de leche y productos lácteos analizadas en diversos restaurantes supera los límites de contaminación microbiana establecidos por la Unión Europea, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Valencia-España. Los expertos desaconsejan el uso de las jarras en las que se conserva la leche y plantean la necesidad de manipular mejor este tipo de alimentos.
Los científicos recogieron 265 lotes de leche y derivados listos para servir en diferentes bares y restaurantes valencianos, y comprobaron si su calidad microbiana se ajustaba a la normativa de la Unión Europea. Los resultados, que se han publicado recientemente en la revista «Foodborne Pathogens and Disease», reflejan que un tercio de las muestras tenían algún tipo de contaminación por microorganismos y que no son aptas para el consumo humano.
Afortunadamente ninguno de los lotes analizados fue positivo para Staphylococcus aureus, Listeria monocytogenes o Salmonella spp., microorganismos patógenos causantes tanto de intoxicaciones alimentarias como de toxiinfecciones”, destacan los autores del trabajo.
Las autoridades encargadas de precautelar el bienestar en la salud de los ciudadanos deberían tomar cartas en el asunto y realizar controles más seguidos a estos establecimientos con el fin de que se garantice un mejor manejo y tratamiento de la leche que sirven a sus clientes.
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